En la cima del Atlas
Cinco policías locales de Murcia ascienden el Toubkal, la montaña más alta del norte de África, que se ha convertido en un lugar ideal para vivir una aventura que no requiere de una gran preparación física
es un país de contrastes, lleno de paisajes espectaculares que se han convertido en unos de los grandes destinos para las aventuras deportivas, como la realizada por cinco policías locales de Murcia, que escalaron el Jbel Toubkal, una montaña situada en la la Cordillera del Atlas, de 4.167 metros de altitud, la más alta del norte de África y que se encuentra a solo unos 60 kilómetros de Marrakech. Gracias a su accesibilidad, la belleza de la zona y su dificultad media, se ha convertido en un lugar de referencia para amantes de la naturaleza como son los murcianos Francisco Murcia, Ignacio Murcia, Ángel Hernández, Francisco Granell y Antonio García, quienes han realizado a lo largo de sus vidas diversos retos y que dieron un paso más con una aventura que no requiere una gran preparación física, pero sí de un acondicionamiento ideal para superar las adversidades climatológicas.
Paco Murcia, quien también es el presidente de la ONG Azul en Acción, que desarrolla campañas todos los años en África, explica que la aventura surgió «porque queríamos hacer una montaña importante, siendo una de las más demandadas y atractivas a nivel mundial hoy en día el Toubkal», dice este policía local acostumbrado a entrenar a diario «en el magnífico entorno de Carrasoy El Valle, que es una zona estupenda que tenemos a la vuelta de la esquina todos los murcianos».
La expedición murciana solo necesitó dos días para realizar la escalada: «Iniciamos la ascensión con una mula y un guía con el fin también de ayudar a la economía local. La aventura comienza en el pueblo de Imlil, que está a 1.750 metros de altitud. Aunque hay gente que opta por hacer la ascensión en una sola jornada, lo ideal es pernoctar el primer día en los refugios de Les Mouflons y Nether, que se encuentran a 3.207 metros. Los campamentos están bien acondicionados para pasar la noche y aclimatarse para atacar la cima en la siguiente jornada», explica Murcia a modo de recomendación para todos aquellos que se animen a realizar esta ascensión. El día del asalto a la cima los murcianos se encontraron con «polacos, ingleses, asiáticos y rusos, entre otros aventureros de diferentes nacionalidades. Todos ellos emprendieron la ascensión muy temprano y les pilló mucho frío, además de no poder ver bien el espectacular paisaje de la cima, ya que se encontraba cubierto de niebla. Nosotros optamos por realizar la subida más tarde y cuando llegamos a la cima tuvimos la suerte de ver en todo su esplendor la cordillera del Atlas marroquí». Aunque la ascensión no es de gran exigencia, hay varias recomendaciones que lanza Murcia. «Debido a los deshielos son habituales en esta época del año, hay sendas muy agestres y no es fácil realizar el camino. Aunque no hay que tener una gran preparación física, sí que hay estar bien preparado, ya que una persona que solo sale los domingos al monte, lo pasa mal en estas montañas. También es bueno dormir en el refugio para aclimatarte, puesto que hay personas que lo pasan mal al reducirse el oxígeno en la altura», explica.
Disfrutar de un entorno singular no es el único atractivo que tiene esta ruta, ya que también da la oportunidad de convivir con los habitantes de la zona: «Los paisajes son de los más espectaculares del mundo, ya que Marruecos es un país de contrastes, donde te encuentras asentamientos de bereberes que se mimetizan con el color de las rocas. No se trata solo de subir y bajar de la montaña, ya que el encanto está también en el contacto con la gente, que es sencilla y humilde», comenta Paco Murcia, quien también recomienda a las personas que se animen a afrontar este reto que empleen3 ropa adecuada para temperaturas de diez grados bajo cero.