Acabamos de realizar un trekking de 5 días por el valle del Toubkal (con ascenso al mismo) y valles colindantes, finalizando nuestro viaje con una estancia en Marraquech de 3 días. Al margen de nuestra experiencia personal, que ha sido realmente maravillosa, nos gustaría dejar constancia de la profesionalidad del equipo que nos ha acompañado durante el trekking (guía, cocinero y 3 muleros) y, principalmente, de su gran calidad humana. No hemos percibido nada más que amabilidad y disposición inmejorable a facilitarnos cuantos cambios hemos ido proponiendo durante el trayecto. Por otra parte, el trekking ha tenido un componente sorpresivo, toda vez que nos hemos encontrado con un refugio con uso exclusivo para nuestro grupo, unos gite d’etape en los pueblecitos visitados con unas terrazas grandísimas con vistas a las preciosas montañas marroquíes, una habitaciones y salón muy agradables, una comida preparada con muchísimo detalle y, realmente, muy buena, basada básicamente en verdura, pasta y legumbres (ligeras de especias); un picnic en plena travesía, a la sombra de unos árboles, sobre colchonetas y con una comida digna de todo elogio, rodeado de unas vistas de ensueño. Para poner un broche de oro al viaje, hemos llegado a Marraquech y nos hemos encontrado con un RIAD, a cuatro minutos de la plaza JEMAA EL F-NAA, con un patio lleno de plantas, con piscina, unas habitaciones de estilo marroquí, limpias y con unas dimensiones grandísimas y, por último, con una terraza gigante con pérgola y cojines por todas partes, lo que nos llevó a decidir pasar la 1ª noche en la terraza, bajo la magia de ese cielo marroquí. El resto de la organización, traslados, etc, ha respondido completamente a todo lo programado, acorde con la amabilidad con la que nos había tratado Houssain durante la programación del mismo. No nos queda otra cosa que agradeceros a todos el habernos proporcionado pasar ocho días que, probablemente, nunca se nos olvidarán.